Semana 3 (I): Si seguimos así...

Nota: Como este es un reto que hago conjuntamente con mi madre no estoy haciendo miles de fotos para registrar la historia y poder contarlas  por aquí más tarde. (Me apetece hacer una prueba para ver si después de tantos días con el aviso hay alguien que lo siga leyendo. Si es así, quien lea esto que deje un gatito en los comentarios). Simplemente nos dedicamos a jugar y de vez en cuando hago fotos, no siempre me acuerdo de hacerlas así que puede haber momentos “importantes” en los que se me haya pasado hacerlas. Por eso el modo de narración de esta historia será un poquito diferente.

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Empezamos una nueva semana y con ello tenemos también un cambio de estación: ¡es veranito! Aunque eso no significa que nos vayan a ir mejor las cosas porque las ventas siguen siendo un desastre; hemos vuelto al mercado pero parece que nos hacen el mismo o menos caso que cuando vendemos en casa. ¿Realmente esto es tan difícil? Yo he visto que en youtube la gente pone la mesa y no hace más que vender, pero por aquí no nos comemos ni un colín. Será que nuestro juego es una versión anticapitalista del original o algo, porque no hay manera, y si encima viene Diana y nos distrae al chico pues como que todavía hacemos menos.

Llevamos tres días con la mesa de ventas y hemos conseguido recaudar 423§. Parece mucho, pero si tenemos en cuenta que Alex se pasó casi una semana fabricando objetos, pues no sé yo si está mereciendo tanto la pena. Así que por el momento no podemos dejar de buscar chollos en la basura, que además seguimos necesitando ciertos objetos para completar los mínimos del reto. ¡Pero antes hay que hacer de manitas! Que aquí la gente es muy guarra y no hace más que atascar el baño, así que ya tenemos a Diana y a Álex haciéndose cargo de la limpieza del lugar. ¿No es curioso que sean los vagabundos los que acaben haciendo eso? Para que luego venga la gente y se ponga en plan elitista. ¡Pues si tan tiquismiquis sois contratar un servicio de limpieza!

Mejor nos vamos y seguimos con nuestras costumbres: meterse en la basura; que alguien sigue soñando con tener una bañera pero parece que no hace nada por encontrarla.

¡Un retrete!

Bien. No era lo que andábamos buscando pero también nos hacía MUCHA falta. Hay alguien que ya no tendrá que seguir meándose encima porque no tiene donde ir a hacerlo. No. Ahora el señor ya tiene su trono.

¡Una tele!

Genial. Parece que hoy alguien está en racha. Aunque por ahora no nos sirve de nada ya que sin electricidad pasa a ser tan solo un pisapapeles muy caro. Pero la guardaremos. Que la necesitamos como objeto de entretenimiento para cumplir el reto.

Por la mañana instalamos y arreglamos el nuevo retrete además de añadir un fregadero que teníamos por el inventario de vete tu a saber cuando. Ya que estamos pues enseñamos también el jardincito que poco a poco se va haciendo más grande; que de algún sitio tiene que sacar Álex la fruta para hacerse sus macedonias ya que de momento es lo único que puede cocinar.

Seguimos poniendo nuestra mesa de ventas, esta vez en casa que no tenemos ganas de ir de aquí para allá. Viendo lo "bien" que nos va (sarcasmo) a este paso acabaremos el reto cuando nuestro vagabundo sea anciano. Debemos admitir que a estas alturas estamos un pelín (muy) cabreadas con el juego después de experimentar lo mal que funciona el sistema de ventas, ya que no se puede hacer prácticamente nada. ¿Dónde ha quedado el maravilloso sistema de ventas de Los Sims 2? ¡Quiero poder deslumbrar a la gente y que me compren cualquier cosa!

Y la situación todavía podía seguir empeorando.

¡Nos habíamos olvidado de algo muy importante! Las facturas.

La verdad es que no las habíamos olvidado, pero habíamos optado por no pagarlas porque pensaba que lo máximo que te hacían era cortar la luz y el agua; en esta entrega de los sims nunca había estado tanto tiempo sin pagarlas y no sabía que también aparecía el cobrador. ¡Y apareció!

¡No, no, no, no!

Con todo lo que nos ha costado conseguir todos y cada uno de los objetos que tenemos en el solar no podemos permitir que este tipejo los haga desaparecer. Nos olvidamos de la mesa de ventas (total, tampoco ganamos tanto), dejamos todo lo que estamos haciendo y con lo poco que tenemos conseguimos pagar las facturas y echar al señor antes de que nos quite nada.

¡Pero la cosa no acaba aquí! Porque el señor "vengo del banco y te lo quito todo" encima ha venido con otra señora que dice que nos va a poner una multa por incumplir el plan de acción de "Jardinería ecológica". ¡Sí tenemos un jardín! Que se ve perfectamente en la imagen de arriba.

Nada, que no cuela. Echamos un vistazo a lo que nos van a costar las próximas facturas (multa incluida) y rondan los 1.000§.

Jajajajajaja (ya rio por no llorar). No sé como las vamos a pagar.

Aquí se nota lo mucho que nuestro juego nos odia; será muy anticapitalista, pero no hace más que robarnos. En este punto tuvimos que cerrar el juego y darnos un descanso porque con la frustración que llevábamos encima habríamos tirado el ordenador por la ventana.

Regresamos. Evidentemente. Y lo primero que nos encontramos fue una nueva visita por parte de Katrina que, en un intento, al parecer afortunado, de ganarse el favor de nuestro chico vino a hacerle un regalito: uno de esos muñecos de MySims que, si lo conseguíamos, lo acabaríamos vendiendo. Lo siento, chica, pero estamos desesperados.

Por cierto, ¿os habéis fijado que tenemos cama nueva? Una doble. Ya sabéis, para sentarse a hablar con Diana o... lo que surja.

Necesitamos elaborar un nuevo plan de acción e idear otra forma de hacer dinero. De momento pintaremos un par de cuadros para ir tirando y asegurarnos de poder pagar las facturas, pero no quiero que Álex se dedique a esto, es la vía fácil y solo lo haremos como último recurso. El plan de momento es dedicarse a la jardinería, viajar los sábados a Villagallina y, con el plus del 10% del día, vender nuestra cosecha. El resto de la semana seguiremos haciendo lo que se pueda con la mesa de ventas.

CONTINUARÁ...

FOTO BONUS

Tenía que enseñar a esta mujer porque se pasea por nuestra partida con la misma asiduidad que Diana. La he apodado cariñosamente "El hada vagabunda" ya que sus alas parecen de cartón, incluso he estado tentada de meterla en el grupo de vagabundos más de una vez, pero viste demasiado fashion para ser considerada una de ellos.