Nota: Como este es un reto que hago conjuntamente con mi madre no estoy haciendo miles de fotos para registrar la historia y poder contarlas por aquí más tarde. Simplemente nos dedicamos a jugar y de vez en cuando hago fotos, no siempre me acuerdo de hacerlas así que puede haber momentos “importantes” en los que se me haya pasado hacerlas. Por eso el modo de narración de esta historia será un poquito diferente.
Alex empezó su estancia en Evergreen Harbor con algo de ajetreo, aunque los siguientes días no fueron tan interesantes. Básicamente se dedicó a rebuscar chollos entre la basura e intentar seguir vivo: la búsqueda de comida y de un lugar para dormir se vuelve primordial; eso sin olvidarnos de algún que otro encontronazo con cierta muchachita que le tiene loco. ¡Pero no adelantemos acontecimientos!
Regresemos al lunes.
Tras volver del incendio en casa de Knox y echarnos dos o tres siestecillas en nuestro banco, que hay que reponer energías, la primera tarea en la lista es reparar y limpiar los objetos que encontramos en la basura.
No es que nos sirvan mucho por ahora ya que no tenemos luz ni agua, pero el fregadero al menos funciona sin servicios así que algo haremos. (Sí, en la primera imagen Alex lleva una mascarilla, pero es que por culpa del SOL no hacía más que ponérselas. Y mira que yo no hacía más que gritarle y echarle la bronca, pero mira, estos sims hacen lo que quieren).
Después enseguida nos vamos a buscar más chollazos a los contenedores y en ello estábamos cuando alguien apareció por allí.
Hombre, Diana, cómo me alegro de verte.
Dejamos lo que estábamos haciendo, por ella lo dejamos todo, y nos ponemos a hablar. Le contamos lo que pasó en casa de Knox y ella está tan escandalizada como nosotros. Creo que tampoco se esperaba algo así de él, con lo buena persona que parece.
Lástima que se haya puesto a llover, porque Diana enseguida ha corrido a otro lugar a refugiarse; aunque mira, no hay mal que por bien no venga: una duchita así, al natural, nos viene muy bien para compensar el hecho de que no tenemos ducha.
El periodo de votación ha finalizado y de repente tenemos un mercado frente a nosotros.
¡Bien! Ya podremos vender las cosas que aún no hemos empezado a hacer.
No pasa nada. Tiempo al tiempo. Todo se andará.
De momento vamos a echar un ojo y, ya que estamos, aprovechar esos maravillosos sofás que han puesto nuevos para pegarnos una siestecita al lado de un Gabino del Solar que ha decidido venir a sentarse junto nuestro chico. ¿Vendrá a restregarnos su riqueza?
¿Y qué nos encontramos al despertar? Pues nada más y nada menos que a nuestro no tan amigo Nelson vendiendo un montonazo de velas. Pero... pero... ¿y de donde ha sacado todo esto si es otro muerto de hambre como nosotros? Nos acercamos, pero no parece muy dispuesto a contarnos su secreto. Mmmmh... Seguro que debe estar metido en algo turbio.
Aunque no conseguimos sacar nada de provecho de nuestra visita al mercado, al menos nuestro sueñecito, que era uno bien ardiente con cierta mujer de pelo blanco, nos ha permitido pasar despiertos toda la noche en busca de más chollos. Pero siempre llega un momento en que las necesidades llaman y entonces es momento de ir al bar para no mearnos encima, esta vez.
Curiosidades del destino que allí nos volvemos a encontrar a Gabino, esta vez con su esposa. Solo hace falta ver la cara de ésta para saber la poca gracia que le hace estar sentada al lado de un vagabundo que roba patatas del bar. Pues mira, señora, tu a nosotros tampoco nos caes bien. Preferimos a tu marido, que al menos se rie.
Casi que mejor nos vamos para casa. Tristes y solos. Ojalá Diana estuviera aquí para poder hablar con alguien.
Como es de día primero decidimos arreglar el fregadero estropeado y nos echamos una rápida siesta para después seguir con nuestra búsqueda de chollos; pero al levantarnos nos cruzamos con un chavalin y eso le lleva a Alex a acordarse de su hija.
Pobre. Nos da mucha pena.
De vez en cuando su mente sigue teniendo esos pensamientos melancólicos sobre el pasado y sumen su día en tinieblas. Ni siquiera la presencia de Diana, que vuelve a pasearse por nuestro contenedor de chollos, consigue sacarle una sonrisa a nuestro chico.
Se pasa gran parte del día triste, solo y en silencio.
La tranquilidad, sin embargo, también puede tener algo de positivo: y es que te da tiempo para pensar. Alex ha tenido una gran idea, o eso le parece a él. Ha recaudado algo de dinero entre la inmundicia de la basura y quiere hacer un pequeño viaje a Willow Creek para buscar elementos que pueda vender después en el mercado.
Con esa idea en mente se dirige al bar. Se aseará y pasará la noche allí, pues necesita tener las necesidades al 100%, o lo máximo que se pueda, para sacar partido del viaje.
Y en eso está: acicalándose en el baño y pensando en los múltiples encuentros que ha tenido con Diana y lo mucho que le gustaría conocerla mejor cuando...
¡Oh!, sorpresa, sorpresa. ¡Es la noche de los fantasmas!
Algo que no tendría importancia si no fuera porque uno de ellos ha venido directamente a hablar con nosotros.
¿En serio? ¿Es a mi? ¿Estás hablando conmigo?
No me extraña que no se lo crea, es el primer sim que viene a hablar con nosotros fuera de nuestro grupito de vagabundos. Debe ser que al estar muertos no tienen tantos prejuicios, así que nosotros tampoco los tendremos: ¿qué más da que la chica no nos haya caído demasiado bien? Disfrutaremos con ella, comeremos patatas robadas del bar y pasaremos un rato charlando y viendo la tele.
Luego a descansar, ¡que mañana nos vamos de excursión!
Bonus: Esta vez, para acabar, os enseño la colección de sillas que ha conseguido Alex. ¿A que son monas?
CONTINUARÁ...
Vaaaaaya!! Que gracia!! Un reto del vagabundo!! Habrá q estar atentos q tiene pinta de salseitoooo!! 👀👀
Bueno oye poco a poco, encontramos sillas y tal vez. El amor???