Viernes 13: El día del amor y... ¡malditos bugs!

Nota: Como este es un reto que hago conjuntamente con mi madre no estoy haciendo miles de fotos para registrar la historia y poder contarlas  por aquí más tarde. Simplemente nos dedicamos a jugar y de vez en cuando hago fotos, no siempre me acuerdo de hacerlas así que puede haber momentos “importantes” en los que se me haya pasado hacerlas. Por eso el modo de narración de esta historia será un poquito diferente.

Nota 2: En este capítulo he de pedir disculpas por el exceso de texto y la escasez de imágenes, pero entre estar haciendo comprobaciones y probaturas (sumando la frustración que iba en aumento a cada segundo que pasaba) ni pensé en hacer capturas de lo que íbamos haciendo. 

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Llegó un nuevo viernes para nuestro chico y nos plantamos en el día del amor, aunque sin saberlo también era un día de mala suerte, pues, al editar las fotos y llevar la cuenta de los días de "vida del reto" me pude dar cuenta que era el decimotercer día de nuestra aventura con Álex. Ejem. Por si todavía alguien no ha caído, lo repito:

Viernes,13

Un día desdichado para aquellos más supersticiosos, que lo creáis o no, incluso afecta en el mundo de los sims. Podría ser casualidad, o no, pero en este día sim empezó la mayor frustración que hemos experimentado en el reto del vagabundo; y no me estoy refiriendo a las vivencias de Álex, sino a los sentimientos de las dos personitas que había controlándolo más allá de la pantalla. ¿Queréis saber qué ocurrió? Pues seguid leyendo y no tardaréis en descubrirlo.

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Todo empezó un día de mercado...

Queríamos ir a vender todas esas maravillas que Álex había estado creando con gran esfuerzo a lo largo de la semana, así que, de buena mañana y tras haber descansado en nuestra maravillosa cama, nos dirigimos al mercado por el que tan inteligentemente votamos en nuestros primeros días aquí.

Pero, ¡oh! ¡Sorpresa! Uno de los últimos bugs del juego nos impide poder usar las mesas. Bueno, va, tranquilos. Vamos a comprobar si son este tipo de mesas en concreto o todas las que hay en el juego.

Entro al modo construir, veo que hay tres tipos de mesa de ventas, pongo una de cada. La verdad es que queda bien, muy colorido y variopinto todo. Pero a la hora de hacer la comprobación...

¡Error!

Todas las mesas tienen el mismo fallo. Se veía venir. Bueno, vale, no perdamos los nervios todavía. Igual es cosa del solar y no de las mesas, que de este juego me espero cualquier cosa y podrían estar fallando porque están en un tipo de solar especial para ventas; que aunque suene contradictorio creo perfectamente que podría pasar. Vamos a otro solar (el bar) y repetimos el experimento.

¡Error!

También se veía venir. Pero había que intentarlo. De modo que así nos quedamos: sin poder vender y sin el dinero suficiente para poder comprarnos nuestra propia mesa de ventas; pero lo peor de todo es que nos faltaban unos escasos 25§ para la más barata.

A estas alturas, ya empezando a estar cabreadas con el juego y no poder seguir los planes que teníamos por culpa de los bugs, hice algo que no debía y no tengo reparos en admitirlo: me salté las reglas.

Vendimos una de las ranas que teníamos a través del inventario, de esas que encontramos en Willow Creek y que hemos estado "criando" para que se reproduzcan, con el evidente objetivo de venderlas. ¿Qué podría haber esperado y conseguir los 25§ de otra manera? Sí. Bien que los 275§ que llevábamos en el bolsillo (más lo que ya teníamos gastado) los habíamos conseguido sin necesidad de vender nada. Pero aquí ya era algo personal. Algo entre el juego y yo. Así que lo hice.

Si el juego me pone bugs, yo rompo las normas.

Muy felizmente plantamos la recién adquirida mesa de ventas en el solar y empezamos nuestro primer rastrillo pensando que nos íbamos a hacer de oro (que ilusas). El razonamiento a la hora de marcar el porcentaje de precios fue algo que vendría a ser más o menos así.

«Los ponemos al 100%, ¿no? A la Sra.Simmer le han dicho que si los pone a menos de 100 está perdiendo dinero, así que 100% debe ser que los vendes al mismo precio que si lo vendieras desde el inventario. Venga, va, lo ponemos al 100 que no queremos perder dinero.»

Spoiler: Esto no es así. Andábamos muy equivocadas.

Resumiendo: iniciamos el rastrillo, empieza a venir gente, ¡pero apenas vendemos nada! Los sims básicamente vienen, miran y se van. Nuestro pobre Álex observa viendo como sus sueños y esperanzas por salir de la pobreza se hacen añicos sin poder hacer otra cosa que una "presentación de ventas" que no parece servir para nada. Aún tiene suerte que aparece Katrina y mira, ya que estamos, le pedimos un poco de dinero que a estas alturas es bastante obvio que esta mujer quiere algo del muchacho. No se si lo va a conseguir, pero aprovecharlo lo vamos a aprovechar.

Después de varias horas con el sim ahí plantado intentando vender sus obras de arte y sin conseguirlo, tenemos nada más y nada menos que 21§. No parece muy buena señal. Casi que conseguíamos más hurgando en la basura. Sin embargo, hay que centrarse en lo positivo. Es el día del amor y deberíamos salir a celebrarlo. Sin gastar, eso sí, que no es buen momento para derroches. Así que antes de ir al bar con nuestro grupito de amigos, porque invitar solo a Diana sería demasiado descarado, vamos a prepararnos algo para cenar.

¡Estrenamos cocina!

¿Recordáis que la encontramos en el capitulo anterior? Pero, ¡ja! No podemos cocinar nada. Es lo que tiene vivir en un solar sin servicios, que no funcionan los electrodomésticos. Alex no tiene más remedio que conformarse con una macedonia. ¡Su primera comida cocinada por él! No es ningún manjar, desde luego, le ha salido asqueroso; de hecho ha encontrado cosas en la basura mucho más sabrosas.

Lo primero que hacemos al llegar al lugar es subir a asearnos un poquito, que no podemos presentarnos ante Diana con estas pintas y mucho menos hoy, el día del amor. Un buen cepillado de dientes es lo que necesitamos, que nadie sabe lo que puede pasar esta noche y, solo por si acaso, hay que estar preparados.

Al bajar y volver a juntarnos con los chicos nos encontramos con que han invadido la sala principal del bar y que el resto de sims parece que han decidido montarse también la fiesta por su lado en otra sala. ¿Qué pasa, que no quieren ni acercarse a los sintecho? ¡Menudo elitismo! Mira que hoy no tienen la excusa de alejarse porque apestamos, que acabamos de ducharnos. Bueno, ducharnos no, pero si darnos unas friegas en el baño.

En el fondo da igual. A nosotros solo nos interesa la opinión de una única sim y al final de la noche conseguimos escabullirnos con ella y pasar un rato a solas, aunque tampoco es que sucediera gran cosa. Alex todavía carga con el dolor de su pasado y necesita tomarlo con calma. Puede que el día del amor acabara siendo un fracaso. Pero en realidad no. El pequeño avance que hicieron estos dos, entre miraditas y risitas, ya supone todo un logro.

CONTINUARÁ...